jueves, 15 de octubre de 2009

Padre



Cuando engendraste el deseo sobre el bosquejo humano

¿Contemplaste la necesidad primera o la manzana es deleite suntuoso de tu panteón?

Cuando levantaste la mano para hundir Sodoma
¿olvidaste la raza impura y obesa que habías creado o es que también se impuso la casualidad?
Cuando la virgen se desprendió de la ambrosia de su himen
¿fue también condenada al calvario eterno o es que no somos todos iguales ante tus ojos?
Cuando la alevosía del burgués impera tus jardines

¿el agua se convierte en aceite o es que también eres parte de esa mafia?
Cuando la carne católica mete el pie en la vagina imberbe y desdentada de tus hijas
¿conciben también el pecado o es que el clérigo eyacula agua santa?
Padre
Cuando pusiste la palabra en la boca abismal del pobre
¿fue en la ausencia del pan o es que en verdad algún día esperas avalar nuestras plegarias?